Este domingo el barranquillero Cardenio Fernandez Urueta logró su clasificación a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, tras años de entrenamiento y en que su capítulo más reciente lo llevó a alternar entre la piscina y la repostería.

Así es. El sueño del ciclo olímpico de Cardenio es alimentado por la repostería que el mismo se encarga de preparar y de vender a través de Instagram - en compañía de su novia Paula Aya- para tratar de ayudarse con el dinero que necesita para sus transportes, suplementos alimentarios y entrenamiento.

“Desde el año pasado estoy haciendo brownies y toda clase repostería. Monté una repostería allá en mi casa, en el garage. Igual, uno siempre está tratando de luchar por su sueño, con mi novia siempre me ha ayudado. Cuando no estoy, ella es la que se encarga y así nos turnamos para poder sacar las cosas adelante”, explicó a Zona Cero.

Igualmente, siempre ha contado con el apoyo de sus padres, Cardenio Fernández Sarmiento y  Lineth Urueta Bustillo, quienes siempre le hubieran querido dar un poco más, pero que por las limitantes naturales de la vida de asalariados no han logrado tener todo el confort con el que sueñan.

Así mismo, Cardenio contó con un aporte que le dio la Liga de Natación del Atlántico, para que pudiera ir a representar al departamento. 

“Ustedes saben que no es fácil el deporte en Barranquilla para las personas que no son pudientes. Es un logro inmenso porque siempre se trabaja con las uñas. Uno allá siempre tiene su apoyo, el de la familia y el de Indeportes, pero eso es muy poco. Este año Indeportes solo me ha podido dar apoyo un mes supuestamente  por el tema de elecciones. Para el viaje al nacional lo tuvimos que pagar nosotros, con la promesa de que luego regresan el dinero”, explicó.

Desde que era un niño, cuando tenía 10 años saltó por primera vez a una pileta. La ambición siempre impulsó sus brazadas. Ahora, con 22 años, tenía la oportunidad de lograr una marca que lo metiera en los Juegos Centroamericanos, durante el torneo nacional en Palmira, Valle del Cauca.

Cardenio se volvió un especialista en el estilo libre, cubriendo las distancias de fondo, como los 400 y 200 metros. Ya en su madurez, pasó a las pruebas de velocidad, volviéndose todo un campeón en los 100 y 50 metros libres.

Así, la noche de este domingo, cumplió esos compromisos que comenzó a trazarse cuando tenía 10 años y logró una medalla de oro, en los 50 metros libre, categoría abierta. Cardenio ya había logrado en este torneo dos medallas de oro en los 100 metros libre en las categorías abierta y  mayores.

La marca lograda de 00.23.56, es suficiente para darle un cupo a Barranquilla 2018, además de afianzar el derecho que ya tenía asegurado para los Juegos Sudamericanos de Cochabamba, en Bolivia.

“Se empezó a entrenar desde el 25 de diciembre para esta competencia en Palmira, buscando ese objetivo, mejorar los tiempos para estar más cómodos. Ahora con estos tiempos ya estamos Centroamericanos. No es algo que me sorprende porque para eso era el trabajo que veníamos haciendo”.

Ponerse en cintura durante las fechas especiales podría parecer un sacrificio alto, pero en realidad no es nada si se toma en cuenta que ya lleva 12 años en el agua, haciendo esos y más sacrificios, desde el momento en que quedó maravillado por la disciplina que un primo le ponía.

“Yo ingresé a la natación porque mi primo Moisés Fernández estaba en la natación. Yo vivía en la casa de mi tía y todas las tardes lo iba a ver a entrenar en la Piscina Olímpica. Ahí me fue gustando y tomé la determinación de volverme nadador”, comentó el deportista que desde ese día ha entrenado bajo la tutela de Carmen Frieri y en la actualidad hace parte del Club Acuario.

Sin embargo, por encima de todo eso Cardenio sigue teniendo el mismo espíritu ambicioso del niño que aprendió a andar por el deseo de ganar y llegar a ser todo un campeón.

“De niñito lo más importante era ganar un medalla en Barranquilla, en las competencias que están allá. Pero más adelante las metas se fueron haciendo más grandes, soy campeón nacional, sueño con los Juegos Olímpicos. Ahora el sueño sigue siendo el mismo pero más grande: ganar una medalla de oro en Barranquilla, pero en los Juegos Centroamericanos y del Caribe”, cerró.

Cardenio podrá darse el gusto de ser un barranquillero estrenando las nuevas piscinas del Complejo Acuático de la ciudad en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, donde espera tener todo el apoyo de sus paisanos en la búsqueda de una medalla más dulce que cualquiera de los postres que haya preparado jamás.